Un equipo, un mediocentro

La mejor forma para comprobar la evolución del fútbol es mirar sus sistemas tácticos. Ahora, estamos en un momento en el que prima la fuerza, el músculo y el orden (sólo el Barcelona ha sido capaz de triunfar a base de la creatividad). Vamos, que el 4-4-2 y se queda corto. Casi todos los equipos han apostado por el 4-1-4-1. Eso sí, justificando que se convierte en el 4-3-3 de Rijkaard. Claro, luego la teoría difiere mucho de la práctica y el esquema táctico se convierte en una filosofía ultraconservadora.

Esta evolución histórica se ha podido comprobar en el Mundial. Los jugadores más destacados han sido mediocentros. No de esos que salen siempre guapos en las fotos y son capaces de poner un estadio patas arriba (Zidane, Cesc o Robinho). No. Ha primado el músculo. Esos chicos rudos, siempre feos, que parece que nunca hacen nada y siempre destruyen el espectáculo: Vieira, Makelele o Gatusso.

Y posiblemente, es la figura del mediocentro destructivo, incombustible, batallador, recuperado, pero nada creativo la que tiene más peso en estos momentos. Capello quiere construir su equipo alrededor de Diarra. El Valencia, con Albelda. El Chelsea, con Makelele. La Juve, con Vieira. El Manchester, con Scholes.

Os pongo un ejemplo para demostrar mi teoría. Hablaba la semana pasada con un entrenador de Segunda. Estaba hiperfeliz porque acababa de fichar a la pieza clave de su próximo equipo. Era un mediocentro de Segunda B, casi desconocido para los aficionados al fútbol y que ningún seguidor le destacaría:

“¿Qué por qué me gusta tanto? Corre los 90 minutos, no deja jugar a nadie, no pierde la cabeza por irse al ataque, defiende como nunca… Aunque la gente no se dé cuenta, nos da mucha seguridad"

Acabó excusándose:

“Es que ahora cualquier equipo se tiene que empezar haciendo desde la defensa. Si no te marcan goles, como mínimo ya tienes el empate”.

Razón no le falta. Igual es el modelo de fútbol (que no de espectáculo) al que nos tendremos que acostumbrar. Para acabar, un vídeo de lo que prometía el Mundial. ¿Se acertó en algo?

Foto: Pressens Bild